“En las calles de Valencia, cuando la luna brilla y el fuego se alza, nace una fiesta que se siente en cada rincón... Las Fallas no son solo fuego y pólvora. Son tradición, pasión y el latido de un pueblo unido... Este es el ritmo que nos llama, el alma que nos enciende... Escucha, siente… las Fallas en el corazón.” En Valencia el sol brilla con fuerza, el aire huele a pólvora y fiesta, las calles llenas de luces y color, las Fallas alzan su grito de amor. El viento trae el fuego que arde, los ninots se queman, el alma parte, y en el corazón se enciende el calor, es la magia de esta tradición, un fervor. Fallas en el corazón, el fuego danza con esta canción, en las calles se vive el ritual, y el ruido es un canto inmortal. La pólvora explota al amanecer, el alma se eleva, se deja querer, y entre la gente, la vida se enciende, es una fiesta que nunca se pierde. Cantos de muixeranga en la plaza, el fuego se eleva, el alma abraza, los fuegos se alzan como un estallido, un río de emociones nos ha invadido. Bajo el cielo estrellado, el silencio se rompe, el rugido de la mascletà es un horizonte, y en cada rincón, una tradición fiel, que nos une a todos bajo el mismo laurel. Fallas en el corazón, el fuego danza con esta canción, en las calles se vive el ritual, y el ruido es un canto inmortal. La pólvora explota al amanecer, el alma se eleva, se deja querer, y entre la gente, la vida se enciende, es una fiesta que nunca se pierde. Las luces brillan como estrellas fugaces, la música suena, la gente es audaz, unidos por la tradición, en un solo latir, en las Fallas, somos uno al vivir. Fallas en el corazón, el fuego danza con esta canción, en las calles se vive el ritual, y el ruido es un canto inmortal. La pólvora explota al amanecer, el alma se eleva, se deja querer, y entre la gente, la vida se enciende, es una fiesta que nunca se pierde. Las Fallas viven en cada latido, son un fuego eterno, un amor compartido. Con cada chispa, con cada ninot, las Fallas arden en nuestro corazón.